Enérgica y enfática ha sido la postura que ha sostenido Claudio González Ormazábal, concejal de la comuna de Hualañé frente a la inminente intervención y destrucción de una gran parte de la Plaza del Ferrocarril, ubicada en el centro de esta ciudad.
La polémica se ha generado tras la petición del alcalde de Hualañé, que ha quien solicitó al concejo municipal pronunciarse sobre la desafectación de gran parte de la Plaza del Ferrocarril, la que será destruida y destinada a la construcción de una sucursal del BancoEstado.
“Recibimos en sesión de concejo, al gerente de sucursal del banco, donde se acordó iniciar los estudios para ver la factibilidad de instalar una sucursal bancaria en Hualañé, se acordó entonces que se vería un terreno en algún punto de la ciudad, se expuso sobre las condiciones para lograr este objetivo, el alcalde en esa ocasión aseguró que se haría en el terreno de la antigua parroquia de Hualañé, en la calle Libertad, prueba de ello son los reiteradas publicaciones realizadas por el municipio durante el 2017, mostrando incluso una imagen virtual del edificio emplazado en este terreno. Hasta aquí todo relativamente normal, pero repentinamente la idea se desecha, imagino que el obispado no aceptó las condiciones y el alcalde se ensaña unilateralmente que se debe hacer en la Plaza del Ferrocarril”, señalo González.
“Los concejales no fuimos informado de nada hasta que el alcalde solicita al concejo que aprobáramos la desafectación o cediéramos los derechos administrativos sobre una gran parte del terreno que ocupa la Plaza del Ferrocarril, es en ese momento cuando la situación tomaba un ribete totalmente distinto, pues estábamos en presencia de perder lo que para mí y para cientos de hualañesinos conocedores y respetuosos de nuestra historia, representa este el único espacio patrimonial, que en algo sostiene la memoria de lo que fue y será el ferrocarril a la costa, aquí en Hualañé”, agregó.
ENFERMO
“Quiero recalcar que la votación para aprobar o desaprobar la desafectación de este terreno se realizó en tres oportunidades, en la primera y segunda votación hubo empate, pues el concejal Sepúlveda, el concejal Maldonado y yo votamos NO a la destrucción de la plaza, en tanto el alcalde, el concejal Rojas y el concejal Peñaloza, votaron SI, apoyando la desafectación, produciéndose un empate, pues el concejal Moreno, no estuvo presente en esas dos instancias iniciales de votación, dejando en suspenso la situación hasta que se produjo una nueva citación a un concejo extraordinario, donde ya incida la votación el concejal Moreno que no se encontraba en la sala en el inicio de esta. Sorpresivamente irrumpe en la sala y el alcalde lo deja votar, apoyando este (Moreno), la voluntad del alcalde, votando a favor de la desafectación, provocando el desempate que dio la primera luz verde a la destrucción de gran parte de la Plaza del Ferrocarril”, sentenció González.
MODIFICACIÓN PRESUPUESTARIA
Pero la situación más increíble se dio cuando pasado los días el alcalde solicita una nueva votación esta vez para aprobar una modificación presupuestaria por $40 millones de pesos que serían destinados a iniciar las obras de construcción de la sucursal bancaria. Pero la sorpresa fue mayor cuando dos de los tres concejales que en un principio votaron en contra de la desafectación y destrucción de la plaza, ahora votaron a favor y aprobaron los recursos solicitados, siendo el concejal Claudio González el único que sostuvo consecuentemente y justificadamente la negativa a la aprobación de estas dos instancias.
“Toda la información está respaldada en las actas de concejo, como también están los argumentos legales y sociales que expuse y sostienen mi postura en cada sesión de concejo que se abordó este tema, primero; Todo este proceso para mi esta maleado, pues como lo indica la ley 20.500, sobre el derecho de la participación ciudadana, la que establece que para someter a votación para la desafectación del cualquier patrimonio inmueble municipal, se debe considerar la participación ciudadana, se requiere, por ejemplo, incluir un certificado por escrito del Concejo de la Sociedad Civil, que si bien no es resolutivo, pero si se debe considerar como antecedente consultivo y ese informe no existe entre los antecedentes, y en eso la ley es clara”. Argumentó Claudio González, que: “Esta irregularidad la advertí en al menos cuatro oportunidades en sesión de concejo y no fue considerada por el concejo. Segundo; destruir uno de los pocos lugares patrimoniales que tenemos, es un error, además ni siquiera se considera que esta área verde es el refugio para cientos de personas que se detienen allí para descansar, hacer vida social, aquí se reúnen numerosos adultos mayores, turistas, y además que debemos considerar que este espacio público, es uno de los pocos con que Hualañé posee en el centro y si proyectamos esta situación solo a un par de décadas más, este espacio sin duda será de una importancia enorme. Con esta unilateral decisión, le están negado a las nuevas generaciones de conocer el hermoso árbol que hace tantos años plantó la señora Ema Farías esposa de Don Gilberto Gajardo jefe de estación Hualañé.
Tercero; el municipio además de aportar el terreno, construir el edificio con recursos de todos los hualañesinos, luego se lo facilitará por diez años al banco, sin cobro de arriendo y menos considerando la opinión de los vecinos. Cuarto; aún el concejo tiene la oportunidad de revocar tal situación y considerar que existen otros espacios para dicha construcción, como es el terreno que está en el costado poniente del registro civil, que dicho de paso es donde la mayoría de las personas señalan ser el lugar más idóneo, pero estas no han sido escuchas y menos considerada su opinión como lo estipula la ley sobre la participación ciudadana. Aclarar que esto no se trata que yo esté en contra de la instalación de una sucursal bancaria en Hualañé, creo que es una actitud irrespetuosa, unilateral y discriminatoria, al no considerar la opinión de los vecinos en la toma de decisiones, como lo exige la ley”, finalizó Claudio González, concejal de la comuna de Hualañé.