Siguiendo el legado de su padre, las Hermanas Mellado continúan una historia que supera las cinco décadas, transformándose en un imperdible cuando de chicha hablamos.
A 35 kilómetros al sur poniente de la ciudad de Curicó, entre cerros y campos se encuentra la localidad de Rincón de Mellado. Perteneciente a la comuna de Sagrada Familia, engrandecen la zona gracias a su mayor exponente, la chicha.
Nos internamos aproximadamente 1500 metros desde la ruta principal, ahí nos esperan Laura y Fabiola, las galardonadas “Hermanas Mellado”, quienes siguiendo a su padre, han llegado a realizar la mejor chicha de los últimos años, recibiendo aquel reconocimiento en la festividad anual que congrega a cerca de 60 mil visitantes.
Hace más de 50 años comenzó esta historia, corría la década del 60 y Segundo Mellado comenzaba con el sueño, de manera artesanal con grandes racimos de uva país, pasaba horas en la molienda, para obtener el jugo adecuado para la realización del reconocido brebaje.
Ambas niñas en ese entonces, observaban el trabajo de su padre, quien durante marzo y abril –tiempo de cosecha- pasaba gran parte del día en la bodega, fabricando la preciada chicha. Ellas, sin saber que continuarían con su legado, lo acompañaban en sus labores.
Con el pasar de los años, las fuerzas de “Don Segundo” comenzaron a decaer, pero la tradición, nunca se detuvo. Aproximadamente desde el año 1993, Laura y Fabiola tomaron ese rol, y hasta hoy en día engalanan el rubro viñetero tal como lo hizo su padre.
A metros de la explanada donde se reunirán miles de personas para brindarle honores, se encuentra la bodega de las hermanas Mellado, es ahí, el lugar donde dos hectáreas de producción se transforman en 5 mil a 8 mil litros de chicha.
Dulce, con aroma intenso y un color cautivante, a solo días de una nueva versión de la fiesta que la celebra, espera pacientemente mientras es envasijada, aquel néctar que representa las tradiciones de nuestro campo.