Se trata de una iniciativa que nace como una inquietud de los vecinos y que profesionales de este centro de salud de la municipalidad de Curicó pusieron en marcha, obteniendo importantes resultados, toda vez que con ello se ha disminuido la cantidad de medicamentos que ingieren los usuarios, especialmente los pacientes que tienen problemas de salud mental, dijo la directora de este establecimiento Gladys Paredes.
Respecto al uso de productos de origen vegetal para la prevención, la curación o el alivio de una amplia variedad de síntomas y enfermedades, Paredes señaló que es un proyecto impulsado por las profesionales Alejandra Muñoz y Emilia Ramírez, que a los usuarios les encanta, “porque aparte de entregarles medicamentos, les entregamos una bolsita de yerbas y con eso, ellos disminuyen la cantidad de medicamentos, sobre todo los pacientes que tienen problemas de salud mental les gusta mucho esto de las yerbas”.
En relación a ello, Alejandra Muñoz destacó que la fitotrapiaes un proyecto que nace de la necesidad de la comunidad, porque en el programa de salud mental tenemos muchos usuarios tomando mucho medicamento, como la benzodiacepina, que es un medicamento que los hace un poco adicto. “Entonces, se dio la posibilidad de trabajar en conjunto fitoterapia con el médico y psicólogo y aplicar las yerbas, que son naturales y está comprobado que si son eficaces para el tratamiento coadyuvante con los medicamentos. Estas yerbas están autorizadas por el ministerio, tenemos una guía que está aprobado y que nosotros utilizamos para conocer cada planta”.
Así mismo, Muñoz dijo que en estos momentos se está trabajando con los aceites de lavanda, como relajantes, los guateros de semillas, las infusiones de melisa y albaca y “queremos incursionar en el rubro de las cremas medicinales, tenemos elaboradas la caléndula, matico y romero, que son para la cicatrización, son regeneradoras de tejidos. Estamos en proceso de elaboración para entregarlas a la comunidad”, señaló
Además, agregó la profesional, a los pacientes se les enseña sobre el autocuidado, que en sus casas hay muchos productos que nosotros tenemos acá y que ellos los tienen y desconocen las propiedades. Entonces, en la medida que le vamos entregando los productos los vamos educando.
Finalmente, Alejandra Muñoz señaló que ha sido un trabajo silencioso que hace poco se abrió a la comunidad, “porque lo habíamos hecho sólo acá en el Cesfam, pero al momento que comentamos lo que estamos haciendo les gusta mucho y nosotros también recibimos la retroalimentación, los conocimientos de la comunidad, de pacientes que en sus tiempos usaban yerbas, ahí nos vamos retroalimentando”, dijo.