
La víctima sólo se atrevió a denunciar a su abuelo porque temía que hiciera lo mismo con una hermana menor. El acusado vive en Santiago y habría consumado sus ilícitos en un domicilio ubicado en la población Santos Martínez de Curicó cuando venía de visita.
La fiscal experta en delitos sexuales, Carmen Manríquez, afirmó que hay alrededor de 15 testigos de oídas, es decir, que no estaban presentes a la hora de los hechos. En su mayoría se trata de compañeras del colegio, quienes fueron las primeras en escuchar los relatos de la menor.
Posteriormente, se enteró la dirección del establecimiento, el cual denunció la situación.
Tomando en cuenta la gravedad y reiteración de las violaciones, el Ministerio Público está pidiendo una pena de 17 años de cárcel.
Independiente de la sentencia, hay que recordar que de ser condenado, el imputado deberá cumplir en forma efectiva en la cárcel, pues así se establece cuando la víctima de delitos sexuales es menor de 14 años.
Vía TVRCuricó