• diciembre 22, 2024 10:45

Dr. Carlos Alberto Rojas Urquiza relata su experiencia de 45 años en el hospital de Curicó.

Abr 3, 2018

El 1 de abril de 1973 el curicano recién titulado de Médico Cirujano de la Universidad De Chile, Dr. Carlos Alberto Rojas Urquiza, iniciaba sus labores en el hospital de la misma ciudad, en calidad de general de zona al interior del servicio de Maternidad. Luego de cinco años obtuvo la beca de especialidad en Ginecología y Obstetricia, que realizaría durante 3 años en el Hospital San Juan de Dios de Santiago.

Luego de este periodo el médico volvió a Curicó, para servir ininterrumpidamente en el centro de salud hasta la semana recién pasada. ”A mí el hospital desde el punto de vista personal me lo ha dado todo, es mi segunda casa, tengo el privilegio de ser un profesional que nació aquí, mi niñez transcurrió en los pasillos y jardines de este hospital, después hice mi práctica, y como médico recibido ha sido todo una trayectoria”, señala el médico.

La primera parte de su carrera la hizo en el servicio de Ginecología y Obstetricia, asumiendo en lo consecutivo importantes roles directivos. “Después del año noventa cuando llegó la democracia se me pidió acompañar al Dr. Norman Merchak –director de la época- en la Subdirección Médica”. A partir del año 2000 y durante una década, ocuparía el importante cargo de Director del hospital de Curicó.

Sobre los avances logrados como Subdirector y el aporte como Director, el médico recuerda que “fuimos poco a poco recuperando la salud pública y transformando al hospital en un centro de alta resolución. Se crearon ciertas unidades, siendo una de las más importantes a nivel nacional la Unidad de Cuidados Intensivos UCI. Se crearon también las residencias médicas, de obstetricia, de anestesia, residencias pediátricas, desarrollando además la Farmacia”, relata el ginecólogo.

“EN EL TERREMOTO LOS FUNCIONARIOS TRABAJARON POR AMOR A LA PROFESIÓN Y A SUS PACIENTES”

El momento más complejo en los 154 años de historia del centro asistencial, se vivió probablemente durante el terremoto del 27 de febrero de 2010, momento en que al Dr. Rojas Urquiza le correspondió la tarea de mantener en pie a la institución y resguardar la vida de cientos de pacientes.

Recuerda con emoción que “el terremoto nos cambió la vida, no solamente a Curicó entero sino especialmente al hospital. Se vivió un año muy desagradable y triste, con mucha desazón en todos los funcionarios, quienes trabajaron por amor a su profesión y por amor al paciente, porque se trabajaba en condiciones muy precarias.

Nosotros no dejamos nunca de atender, el día lunes la Farmacia ya estaba funcionando y entregando medicamentos, a los pacientes se les acomodó en salas, se consiguieron otras dependencias del hospital y contamos con el gran apoyo del hospital argentino, quienes tenían un pabellón y algunas camas que utilizamos”.

Sobre el futuro hospital de Curicó cuya entrega se proyecta en septiembre de 2020, aseguró que “no me cabe duda que cuando se entreguen las nuevas dependencias vamos a contar con profesionales muy capacitados que van a poder desarrollar de mejor forma la Salud”.

“LA VIDA HA SIDO UNA GANANCIA ABSOLUTA”

En evaluación en retrospectiva el saldo es muy positivo para el ginecólogo, “lo mejor ha sido el contacto con la gente del hospital, a quienes les tengo un tremendo cariño. Logré el objetivo de mi vida, logré ser médico, ginecólogo, tuve el privilegio de traer niños al mundo y de tratar a la mujer, tengo la satisfacción de tener mi familia, mis hijos y mis nietos que son mi alegría”.