El tercer operativo conjunto de este mes, realizó el municipio a través de la oficina de medioambiente, inspectores municipales y rentas, junto a Carabineros, Servicio de Impuestos Internos y CONAF, con la finalidad de velar el cumplimiento de la normativa en materia de venta de leña.
Por parte del municipio se verificó el cumplimiento de venta de leña seca, mientras que la Corporación Nacional Forestal, fiscalizó que los comerciantes tuvieran los planes de manejo que exige la legislación vigente.
Los vendedores de leña deben acreditar que este producto tiene un origen legal, esto tanto para el vendedor de la ciudad, como para los centros de acopio. Respecto de la venta de leña nativa, también se debe acreditar con una guía de libre tránsito. En la zona, lo que principalmente se comercializa como leña nativa es roble.
Nataly Llanca profesional de la unidad de medioambiente de la municipalidad, dijo que son 18 fiscalizaciones que realizarán entre mayo y octubre, revisando principalmente la venta de leña seca. Esto se complementa con la fiscalización que dentro de su competencia realiza el SII y rentas.
“Nosotros medimos la humedad de la leña, que no debe superar el 25%. Hemos encontrado centros de acopio que cumplen con la normativa y otros que no”, dijo.
Aconsejó a la comunidad que pidan a los vendedores de leña que tengan un medidor de humedad de leña, para asegurarse que cumple con la normativa vigente.
Uno de los proveedores de leña fiscalizados y que pasó sin ningún inconveniente el control de su producto, fue Mario Abarca, quien dijo que hace tres años se dedica a la comercialización de leña.
“Me parece bien que me fiscalicen porque así tienen que ser las cosas. Si yo trabajo leña seca todos tienen que hacerlo. Yo me preocupo por el medioambiente. Esta leña viene de los Niches kilómetro 3,1, la mejor leña de Curicó, no contamina. Esta leña está hecha del año pasado y además se conserva en un galpón para que no esté humeda”, indicó.