El vicario de Pastoral Social, padre Luis Alarcón Escárate, hizo una invitación a vivir el tiempo de Cuaresma ejercitando la oración, el ayuno y la caridad: “Es importante motivar y animar a todas las personas creyentes a poder vivir este tiempo de Cuaresma como un tiempo de crecimiento en su vida de fe y vida cristiana. Toma sentido cuando el propio Jesús dice: misericordia quiero y no sacrificios. Entonces es una actitud nueva en torno a la Cuaresma y que implica la oración, la escucha de la Palabra de Dios, el ayuno, que podamos descubrir cómo la vida se va concretando en unas relaciones humanas nuevas”.
Cuaresma es un ejercicio para que aprendiendo a vivir en cristiano nunca se nos olvide que debemos ser hombres y mujeres que aspiran a un mundo nuevo, animados por Jesucristo el Señor.
“El ejercicio de Cuaresma que en primer lugar es la oración y cambio de vida ayuda a que practiquemos la vivencia de la justicia, ¿cómo se logrará eso? Aprendiendo a ser caritativos, la caridad es un ejercicio que nos ayuda a darles a nuestros hermanos lo que necesitan para lograr ser una sociedad justa”, afirmó el P. Luis Alarcón.
Cajitas de solidaridad
¿Cómo nos ejercitamos en la caridad?, viviendo la Cuaresma de Fraternidad. Esto se reconoce todos los años como las cajitas de Cuaresma, “donde cada uno de nosotros haciendo el ejercicio solidario de desprenderme de algo que para mí sería un gusto personal, dejarlo en esa cajita para luego compartirlo con nuestros hermanos más vulnerables, y en este tiempo quiénes son: nuestros adultos mayores”.
“Queremos hacerle a los adultos mayores una vida más digna, teniendo programas para cuidar su salud, tener buenas viviendas, vestirlos apropiadamente. Ayudarlos a tener sus últimos años de vida en encuentros y grupos que les dinamicen su historia. Cuaresma de Fraternidad tiene esa fuerza, compartir con ellos lo que nosotros tenemos y eso mismo nos irá haciendo a cada uno de nosotros mucho mejores cristianos y personas”, enfatizó el Vicario de Pastoral Social.