CURICÓ. La Feria de Cazuelas y Caldillos de esta comuna siempre ha tenido una esencia de tradición e identidad que no sólo tiene que ver con la cocina chilena, que dicho sea de paso, con encuentros como éste ocupa el sitio que merece a nivel nacional.
Este encuentro da especial énfasis y participación a productores, que tienen la oportunidad de mostrar su trabajo a los asistentes a esta feria gastronómica.
Este año participaron 50 expositores de productos asociados, 70 artesanos, 24 productores de Prodesal-Indap, 4 expositores de cerveza artesanal, 5 de vino, 4 de jugos naturales y 24 microempresarios de la comuna.
DIVERSIDAD
El alcalde Javier Muñoz ha destacado justamente el carácter integral de la feria, en el sentido de ofrecer no solamente comida, sino también una gama de distintos productos que forman parte de nuestra identidad.
“Esta diversidad hace de Cazuelas y Caldillos un especial encuentro a nivel nacional, donde el público disfruta del arte culinario, pero también de la artesanía por ejemplo”, señala la autoridad.
EN TODAS LAS CIUDADES
Ricardo Vargas viene de Pomaire con su artesanía en greda. Señala que su familia desde hace muchos años que se dedica a esta labor.
Al consultarle qué le parece una feria como ésta, señala que “excelente. Es un mostrario para todos, para los locales, para los que vienen de afuera, para todos los que están surgiendo. Extraordinarias estas muestras. Ojalá en todas las ciudades las hicieran”.
SALUD E IDENTIDAD
Pedro Matamala junto a su padre, Carlos, también estuvieron presentes en esta feria gastronómica con su producción de hierbas medicinales.
Indica que sus productos ayudan a mejorar la calidad de vida como un complemento a la medicina.
También destaca que una actividad como ésta le dé espacio a productores como él y su padre. “Me parece positivo que esta feria incluya otras posibilidades, no solo sea gastronomía. La gastronomía es parte del folclor y la artesanía. Cómo nos alimentamos es parte también del cómo vivimos, qué cosas consumimos”, dice.