Con una sonrisa en el rostro y recordando a quienes ya no están, los adultos mayores celebraron un nuevo año más de vida.
El paso cansino, ni los frecuentes malestares físicos, son impedimento para que un puñado de adultos mayores de Sagrada Familia, semana a semana tengan como punto de encuentro sus tan anhelada sede social.
Tras años de trabajo, y dejando la rutina de lado, los miércoles por la tarde son sagrados para compartir un mate, una conversación o los acordes de una guitarra, es así como ya ha pasado el tiempo desde aquel 16 de julio del año 2002, donde este grupo de amigos comenzó a levantar los cimientos de la institución que a la larga, se convertiría en un pilar fundamental para disfrutar sus tardes, en compañía de sus compañeros, o incluso merecidos paseos por distintos puntos de Chile.
17 años han pasado desde entonces, día a día la unidad y compromiso para con sus miembros, se han estrechado en un grupo humano fraterno y lleno de alegrías al repasar los gratos momentos que han compartido juntos durante estos años.
El tiempo pasa, y lo inevitable de la vida ha despedido a distintos miembros en las casi dos décadas de existencia, con nostalgia los recuerdan en esta reunión donde conmemoran un nuevo aniversario. Socios han sido muchos, y el recuerdo está latente siempre por cada uno de los que han partido, es por eso que las palabras y anécdotas no faltaron, recordando entre a otros, a uno de los miembros más participativos, quien hace pocos meses nos dejó, se trata de Juan Muñoz, destacado socio del club.
La música no puede faltar en una tertulia, como en las que están acostumbrados, no porque se esté de fiesta se deben cambiar las tradiciones, y así es como un canto o los sones de la armónica, hacen que el lugar de encuentro tenga vida, alegría y sonrisas.
¡Felices 17 años al Club de Adulto Mayor Sagrada Familia, que sean muchos más!